La Administración Científica de Frederick
W. Taylor - Parte 1
Parte
2 - Parte
3 - Parte 4
Dentro de la obra de Taylor existen suficientes evidencias conceptuales,
y aplicaciones prácticas, que definen a este autor como a un
Ingeniero que pretendió, y logró aplicar en los talleres,
una metodología mecanicista fruto de la aplicación de
ciencias exactas: la matemática y la física. No obstante
las críticas que luego se le hicieran, alcanzó logros
importantes, al menos en sus primeras etapas, imponiendo orden dónde
no lo existía y estableciendo nuevas formas de trabajo donde
la racionalidad producto de aquellas ciencias, produjo un incremento
de la productividad fabril y de las ganancias de las empresas.
La Obra de Taylor
Según Scheid –autor que seguiremos viendo más adelante-
“Frederick Winslow Taylor (1856-1915) nació en los Estados
Unidos en el seno de una familia acomodada.” Después de trabajar
durante cuatro años como aprendiz de mecánico en una
pequeña empresa, ingresó en 1878 como obrero en la fábrica
Midvale Steel (época en la cual se recibió de ingeniero)
donde hizo una rápida carrera hasta convertirse precisamente
en Ingeniero de la empresa. A partir de 1889 comenzó a trabajar
como asesor, siendo uno de sus trabajos más conocidos, el realizado
para la Bethlehem Steel Co.
Aplicó las ciencias exactas en forma metódica para resolver
los problemas de fábrica y según Merrill, de estos análisis
desarrolló ordenadamente una serie de principios que podían
sustituir los métodos empíricos entonces en uso. Este
recopilador que le da a la obra de Taylor importancia relevante, transcribe
en su libro tres trabajos de este autor (existieron otras obras, la
mayoría dedicadas concretamente al campo de la ingeniería;
incluyéndose una que le dió a Taylor importante fama
en ese ámbito, respecto al proceso de corte rápido de
metales). Merrill incluye en su recopilación, varias obras
específicamente referidas a la “Administración Científica”
creada por este autor, las cuales son -en el orden cronológico
en que fueron presentadas- las siguientes:
- Shop Management que fue presentada en 1903 en una reunión
de la Sociedad Norteamericana de Ingenieros Mecánicos (A.S.M.E.).
- The Principles of Scientific Management es la transcripción
de un discurso pronunciado en octubre de 1911 en el Dartmouth College.
- Extracto del Testimonio de Taylor ante la comisión especial
investigadora de la Cámara de Representantes en enero de 1912.
Shop Management (1903)
En esta obra Taylor explica en forma un tanto resumida pero concreta,
los métodos que implantó para aplicar su denominada
Administración Científica:
- El Estudio del Tiempo que insumía cada tarea y cada uno
de los movimientos que la componen, le permitía hacer una medición
de la cantidad diaria de trabajo que un obrero podía realizar,
la cual quedaba fijada como estándar.
"Éste, estará pendiente de ti todo el día
con un cronómetro. Te cronometrará, contará las
paladas, y te dirá lo que tienes que hacer. No es necesario
que te apresures; simplemente trabaja a tu paso normal. Pero si alguno
de ustedes trata de haraganear, esto será el fin. Los descubriremos
tan seguramente como que ahora es de día y los despediremos
de aquí".
F. W. Taylor.
- Esto se establecía estudiando y cronometrando el rendimiento
de obreros destacados.
“Jamás se examine sino a un obrero de primera clase. Creo poder
explicárselo mejor hablando de algo con lo que todos estamos
familiarizados. Sabemos enormemente poco de los obreros, pero sería
difícil que uno de los que aquí estamos no sepa mucho
de caballos.
...No creo que ninguno elegiría un caballo trotón ni
le llamaría de primera clase. Esto es lo que quiero decir cuando
digo obrero de primera clase.”
- Se abandona el pago por jornal o día trabajado. Una vez establecido
el estándar, se le pagaba al obrero según el cumplimiento
de éste, es decir, se le abonaba a destajo.
- Según Taylor, el elemento motivacional fundamental, y prácticamente
excluyente, de la Administración Científica, era la
cantidad de dinero que el trabajador recibiría, al cambiar
su remuneración por día laborado sustituyéndola
por una remuneración relacionada directamente a su rendimiento.
- El método se veía, a la vez, potenciado por el establecimiento
estandarizado de las máquinas, herramientas e instrumentos
específicos para cada tipo de tarea, lo que agilizaba los trabajos.
- En su trabajo posterior “Principios de Administración Científica”
Taylor aclara que al comienzo de la jornada de labor, cada trabajador
encontraba en su casillero personal dos fichas de color (debe tenerse
presente que existía un alto índice de analfabetismo),
donde se le establecía cuánto había ganado el
día anterior (como elemento específicamente motivante)
y qué trabajo debía realizar en la jornada que iba a
comenzar:
a) Color blanco: significaba que, en la jornada anterior,
el obrero había cumplido con el estándar asignado.
b) En caso contrario era de color amarillo lo que ponía
sobreaviso al obrero respecto a su incumplimiento.
- Se establecen ocho jefes de taller o capataces funcionales, en
lugar del clásico capataz único, cada uno de los cuales
daba instrucciones especializadas a cada obrero sobre aspectos específicos
de la labor: herramientas a utilizar, tiempos establecidos y medición
del trabajo, etc.
Explica Taylor que “Intencionalmente, las tareas se marcaban tan
pesadas que solamente uno de cada cinco peones (quizá incluso
un menor porcentaje que éste) podía mantenerla.” Si
los obreros “...fracasaban salían” (de la empresa) es decir
que eran despedidos, “... pero sin resentimientos hacia el sistema
o hacia la administración.” (de la empresa).
