12 - Estabilidad del Personal
"Un agente necesita tiempo para iniciarse en una función
nueva y llegar a desempeñarla bien, admitiendo que esté
dotado de las aptitudes necesarias."
Henri Fayol
Nos reencontramos una vez más con la lógica preocupación
de todo gerente o administrador por mantener siempre una dotación
de personal capacitado y estable a efectos de cumplir correctamente
con los imperativos de las funciones de la organización: “Si
el agente es desplazado cuando apenas ha concluído el período
de aprendizaje, o antes de que éste termine, no habrá
tenido tiempo de rendir un trabajo apreciable. Y si la misma situación
se repite indefinidamente, la función no será nunca
desempeñada a satisfacción...Las peligrosas consecuencias
de esta inestabilidad son sobre todo temibles en las grandes empresas,
en las cuales el período de iniciación de los jefes
es generalmente largo. Se necesita mucho tiempo, en efecto, para tomar
conocimiento de los hombres y de las cosas...para estar en condiciones
de formular un programa de acción, para adquirir la necesaria
confianza en sí mismo y para inspirar confianza a los otros.
Se ha verificado a menudo que es mucho más preferible un jefe
de mediana capacidad que subsiste en su cargo, a jefes de alta capacidad
que no hacen sino pasar."
Si bien, como hemos visto, Fayol comienza con una presentación
generalizante de este principio, su aplicación es de mayor
importancia en los “jefes”, es decir, en quienes tienen que aplicar
mayores conocimientos y
capacidad administrativa, siendo también importante pero con
menor intensidad en los niveles operativos, donde la importancia primordial
consiste en contar con una buena capacidad y conocimientos técnicos.
Junto con el principio de División del Trabajo, la Estabilidad
del Personal propende a evitar que la eficiencia de las organizaciones
se vea comprometida, en especial, por la carencia de personal capacitado.
Esto se logra a través del establecimiento de políticas
de rotación del personal.
Actualmente, se procura evitar demasiada rigidez en la asignación
de las tareas de cada cargo. Es lo que se ha dado en denominar polifuncionalidad
o trabajadores polivalentes en los niveles operativos; con lo cual
se procura, a través de una mayor rotación en las tareas
y/o disminución de la monotonía de las tareas rutinarias,
mejorar el rendimiento y la motivación del trabajador. Recordemos,
al respecto, que Fayol advirtió: “... la división
del trabajo tiene límites que la experiencia y el sentido de
la medida enseñan a no franquear,” aun cuando no explicara
cuáles eran esos límites. Es que el autor pensaba publicar
una nueva obra sobre la administración “en la práctica”,
y tal vez dicha publicación podría haber arrojado más
luz sobre estos temas; aunque no resulta muy probable que Fayol pudiera
arribar a conceptos de tanta avanzada como los que refieren a la polifuncionalidad
o a los trabajadores polivalentes.
Concluye Fayol: “El aprendizaje de un jefe de alta categoría
es generalmente muy caro... Sin embargo, los cambios de personal son
inevitables: la edad, la enfermedad, el retiro o la muerte perturban
la constitución del cuerpo social; algunos agentes cesan de
ser capaces de desempeñar sus funciones, mientras que otros
llegan a ser susceptibles de cargar con las más grandes responsabilidades.”
"El principio de la estabilidad es pues, como todos los otros,
una cuestión de medida".
