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La Escuela Conductista del Comportamiento

El Aporte de Mary Parker Follett

“La Administración es el arte de lograr que se hagan ciertas cosas a través de las personas.”
Mary P. Follett

La señora Follett tenía la profesión de trabajadora social lo cual incidió en que sus trabajos, que incluían el contacto con los administradores de las empresas, fueran de corte humanista. Explica Merrill que “...sus ideas, expresadas en libros y conferencias, condujeron a muchos hombres de negocios a buscar su consejo sobre problemas que implicaban relaciones personales y de grupo, el área en la que ella realizó su contribución más importante al pensamiento administrativo.”
Contemporánea –aunque con algunos trabajos posteriores- de Fayol, ésta autora desarrolló su carrera en Estados Unidos -incluyendo pasajes por Inglaterra donde dictó varias conferencias- en pleno auge de la escuela taylorista. Logró mantener un enfoque personal y propio, que por su concepción psicosocial -que a su vez se ocupaba de la temática de los actores de todos los niveles empresariales- se acercó conceptualmente mucho más a la postura del autor francés que a las ideas predominantes que le rodeaban.

LOS FISIÓLOGOS INDUSTRIALES

Antecedentes.
La problemática de la producción fabril fue enfocada, en un principio, tratando de mejorar las condiciones muchas veces insalubres que conformaban el contexto de los talleres donde los trabajadores debían ejercer sus tareas.
Es así que surgen los denominados Fisiólogos Industriales que procuraban aumentar la productividad y disminuir la fatiga del obrero a través de una mejora de las condiciones de trabajo: disminución del ruido, mejoras en la iluminación y ventilación de los talleres, etc.
Si bien estos aspectos, como veremos a través de la obra de George Elton Mayo, no consiguieron obtener cambios trascendentes respecto a sus objetivos de incremento de la productividad, esta primera corriente fue el precedente de la Ergonomía. Esta disciplina vigente hasta nuestros días ha brindado muchos aportes, por ejemplo en la optimización de los elementos de trabajo, como ser su adaptación a la anatomía del ser humano (sillas anatómicas, etc.).
Por ello no nos debe sorprender que los primeros intentos realizados en la Western Electric Company -que pasaremos a analizar a continuación-, fueran en el sentido de analizar y modificar las condiciones fisiológicas de los talleres.

LA OBRA DE GEORGE ELTON MAYO

Según Merril “Mayo con sus estudios de los trabajadores industriales en sus labores llegó a la conclusión de que el sentido de participación y la sensación de ser miembros de un equipo, son fuerzas motrices más fuertes que el interés económico personal, el alumbrado, los períodos de descanso e influencias materiales similares. Así, hizo evidente la necesidad de comprender las motivaciones humanas y las reacciones de grupo, para lograr que las cosas se realicen a través de las personas; y abrió al estudio una inmensa área nueva...
Mayo fue un australiano que enseñaba lógica, filosofía y ética hasta que llegó a Estados Unidos y entró en la investigación industrial, en 1922. En 1926 fue nombrado profesor ayudante de investigación industrial en la Escuela de Negocios de Harvard, y desde 1929 a 1947 desempeñó la cátedra de esa materia. Al principio de ese período fue cuando se hicieron los famosos estudios Hawthorne.
Mayo, en “La Primera Investigación” (estudio que hizo con anterioridad al de Hawthorne) describe un complicado problema en una fábrica de tejidos y roza las implicaciones de largo alcance que existen para su solución. Para Merrill el libro de Mayo “Hawthorne y la Western Electric Company: Algunos comentarios adicionales sobre el experimento de la entrevista” es una enumeración de los métodos que emplearon y de las conclusiones a que llegaron Mayo y sus asociados, en uno de los estudios más famosos de las relaciones industriales.”
Según Fernández Tuneu, Mayo fue “un investigador de la Universidad de Harvard que realizó entre los años 24 y 32 aproximadamente, investigaciones sobre la moral de los trabajadores de una empresa de Chicago: la Western Electric Company, la que tenía una planta en los alrededores de la ciudad cuyo nombre era Hawthorne... Mayo había realizado algunas experiencias antes de la de Chicago (que fueron las más célebres) especialmente en el año 23, en Filadelfia, en una planta textil, sobre las causas de la alta rotación entre los operarios. Lo interesante es que ya en estas investigaciones había observado fenómenos similares a los que estudia luego,... los que constituyeron un cambio fundamental en la historia del pensamiento dentro de las ciencias que estudian el comportamiento en el trabajo. La planta de la Western Electric Company de Chicago era grande (alrededor de 30.000 obreros empleados)...”

En realidad la citada empresa brindaba muchos beneficios a sus trabajadores, algunos bastante inusuales para aquella época. Por ejemplo le brindaba servicios de asistencia de salud, pensiones, un restaurante, se organizaban algunos tipos de entretenimientos y diversiones para los trabajadores, etc. Resulta en principio paradójico que en tal contexto se hubieran suscitado problemas con respecto al personal. En realidad, también cabe destacar que en esta empresa no se habían producido mayores problemas sindicales ni huelgas desde hacía mucho tiempo.
Pero la moral de los trabajadores dejaba mucho que desear. Había un descontento generalizado, cundían los rumores negativos y los índices de rendimiento no eran para nada parecidos a los esperados por la administración y los propietarios.
No obstante, el hecho de que no existieran factores visibles que justificaran las actitudes, en principio paradojales, de los trabajadores, permitió (y obligó) a los expertos utilizar nuevas herramientas y parámetros para tratar de desentrañar lo que en principio no parecía tener explicación lógica alguna.

Las Experiencias Realizadas en la Western Electric Company

Las mismas se pueden agrupar en cinco grandes items:

1. Experiencias respecto a la Iluminación.
2. Experiencia del “Test Room”.
3. Experiencias en la “Cámara de Mica”
4. Programa de entrevistas.
5. Estudio de “El Cuarto de Alambres”

1. Experiencia respecto a la Iluminación

Recuérdese que para esta época predominaba el enfoque de los Fisiólogos Industriales, por lo cual las primeras investigaciones recurrieron al análisis de los factores fisiológicos que rodeaban a la tarea. Estas primeras experiencias se efectuaron a partir del año 1924, con el apoyo del Consejo Nacional de Investigaciones, organismo estatal de apoyo a la industria.
Dicho Consejo trabajando en coordinación con expertos de la empresa realizaron investigaciones sobre la influencia de la intensidad de la iluminación en relación con el rendimiento de los operarios. En realidad además de la incidencia de la iluminación se tomaron también en cuenta otros factores fisiológicos como la temperatura, la humedad, etc.
A grandes rasgos podemos decir que se estableció “un salón testigo” en el cual se mantuvieron constante las condiciones de iluminación, etc., mientras que en el restante salón se hicieron cambios en las condiciones fisiológicas.

Conclusiones:

Estas experiencias que duraron hasta el año 1927 tuvieron resultados totalmente desconcertantes para los investigadores. No se pudo establecer ninguna relación entre las variaciones -que atañen al contexto fisiológico- introducidas en ninguno de los salones, respecto a la productividad de los trabajadores. Lo que es aún peor, fue el hecho de que en algunos momentos en que la iluminación se reducía casi al mínimo, la productividad aumentaba.

Los trabajos de George Elton Mayo (desde 1927 hasta 1939)

Luego de las experiencias “de iluminación” la empresa recurrió al apoyo de la Universidad de Harvard. Ésta designó a G. E. Mayo, Director de su Departamento de Investigaciones Industriales, como representante de la Universidad y Director del equipo de investigadores que se conformó, una vez más, con delegados de la empresa. El colaborador de Mayo por parte de la Universidad de Harvard fue F. J Roothlisberger quien posteriormente también escribiera un trabajo sobre estas experiencias.

2. Experiencia del “Test Room”

Para esta experiencia se eligió una tarea de carácter rutinario y repetitivo como era la concerniente armado de relays telefónicos. Esta labor era desempeñada por obreras y consistía en ensamblar una serie de pequeñas piezas.
Se seleccionaron, entre todas las obreras, a seis operarias con mucha experiencia, a fines de evitar (en el caso en que fueran novatas) que hubiera un crecimiento inusual de la productividad, debido meramente a una mejora en el aprendizaje y/o un aumento de la ductilidad de las personas analizadas (obreras).
Las seis operarias fueron ubicadas en un cuarto especial, pero manteniendo las condiciones de trabajo habituales del taller de producción de la planta general. En este cuarto de trabajo, separado del resto del personal, los investigadores fueron introduciendo variantes en las condiciones de entorno fisiológico, en las pautas de descanso, en la forma de pago de los jornales, etc., que pudieran modificar la productividad de las operarias y efectuando las mediciones de su rendimiento, en relación a los cambios que se producían ex profeso.
A grandes rasgos los cambios introducidos por el equipo de Mayo fueron:
1. Durante dos semanas, previo al test, se midió la producción de las operarias dentro del taller general, sin que ellas lo supieran, para establecer un rendimiento básico que sirviera como punto de partida para posteriores mediciones comparativas.
2. Las operarias fueron trasladadas a la pieza de ensayo donde se les explicó, que el objetivo de las observaciones era establecer el efecto que produciría sobre el trabajo, la introducción de una serie de variaciones de las condiciones laborales. Se permitió que el grupo conversara entre sí y se les solicitó que trataran de mantener un ritmo moderado de trabajo y que no establecieran ningún tipo de competencia entre ellas.
3. Se introduce el primer cambio que consistió en modificar la forma de calcular el pago. Mientras que antes en el taller general las obreras cobraban a destajo en función de la cantidad de piezas hechas por el grupo integrado por cien personas; a partir de ahora se pagaría en relación a la producción de un grupo mucho menor, de tan solo seis obreras. Es decir que a partir de ese momento se crea un vínculo más perceptible y cuantificable entre el esfuerzo individual y el rendimiento grupal. Los resultados de estos cambios fueron la obtención de un aumento importante del rendimiento o productividad.
4. Se habló con las operarias para obtener su aprobación respecto a la introducción de dos descansos de cinco minutos cada uno. La aplicación de estas pausas también generó un notorio incremento del rendimiento.
5. Se ampliaron las pausas de descanso llevándolas a dos pausas de diez minutos cada una. Una vez más la productividad aumentó.
6. Se introduce el sistema de establecer seis pausas de descanso de cinco minutos cada uno. En esta etapa el rendimiento tuvo un pequeño descenso.
7. Se establecen dos pausas en el trabajo que consistieron en quince minutos de descanso al medio día y diez minutos en la tarde. Además se le agrega otra modificación a la situación de trabajo brindándoles a las operarias un refrigerio pago por la empresa. La producción aumentó volviendo a los estándares logrados en la etapa 5.
8. Manteniendo la situación anterior se permitió que la jornada se redujera y las operarias se retiraran de su trabajo media hora más temprano de lo habitual. El resultado fue un aumento muy notorio de la productividad.
9. Se permitió que las obreras se retiraran una hora antes, es decir que se le adicionó media hora más al beneficio anterior de retirarse más temprano. Se produce un descenso en la productividad.
10. Se vuelve a la situación del punto 7, es decir dos descansos y un refrigerio pero volviendo al horario original, sin prerrogativas de salir más temprano. Aquí se da un resultado inesperado y sorprendente pues se alcanza el índice de productividad más alto de toda la experiencia.
11. Se redujo la semana de trabajo, agregándose el sábado como día de descanso. La productividad continuó en ascenso.
12. Se estableció un diálogo con las seis operarias proponiéndoles volver a las condiciones de trabajo establecidas al inicio de la conformación del grupo, es decir a la etapa 3 (se les quitan todos los beneficios, aunque calculándose la paga en base al grupo de seis operarias). Aquí se dio el resultado más sorprendente de todos, pues a pesar de quitárseles los beneficios la productividad se incrementó; lo que sorprendió incluso a las propias operarias.
Hubiera sido de esperar, como lógico resultado de la pérdida de beneficios, una notoria baja del rendimiento. Dado que el resultado fue el opuesto (incremento de la productividad) se hizo notoria para los investigadores la existencia de otros factores diferentes a los introducidos en las distintas experiencias. Según G. A. Pennoch, uno de los integrantes del equipo en representación de la empresa: “Se han establecido con las jóvenes obreras relaciones de confianza y amistad hasta el punto de que prácticamente no hay necesidad de vigilarlas. Inclusive si nadie esta allí para apresurarlas y estimularlas, se puede estar seguro de que trabajarán lo mejor posible. Dicen ellas que no tienen la sensación de trabajar ahora más rápido que en las condiciones anteriores, y que el considerable aumento de su producción no exige ningún esfuerzo consciente de su parte. Sus comentarios indican siempre que se sienten liberadas de la tensión nerviosa que antes acompañaba su trabajo. Han dejado de considerar al capataz como un jefe ... Tienen la sensación de que el aumento de su rendimiento se vincula de algún modo con las mejoras del ambiente de su trabajo, que es francamente más libre, más feliz y agradable.”

Hubieron dos períodos posteriores más, que a grandes rasgos, consistieron en seguir introduciendo el mismo tipo de variantes y el resultado fue que la productividad siguió aumentando.
A efectos de mensurar debidamente los resultados de estas experiencias, cabe destacar que al principio de las mismas (abril de 1927) las operarias tenían un rendimiento medio semanal de 2400 piezas, y que al final de decimotercer período (junio de 1929) dicha productividad llegó a una media semanal de 3.000 piezas lo que implica un incremento efectivo del 25%.
También fue notorio el hecho de que las ausencias al trabajo disminuyeron en un 80%.

Conclusiones:

De esta experiencia se extrajeron nuevos conceptos revolucionarios respecto a las ideas imperantes en aquel momento histórico. Se produjo lo que muchos autores denominan “Efecto Hawthorne”, que consiste en lo siguiente:
- La importancia del grupo. Quedó demostrada claramente la importancia que tiene para el rendimiento la formación de grupos pequeños y con buena interrelación de las personas componentes.
- La participación, las operarias eran frecuentemente consultadas sobre las formas de trabajo y previamente a cada cambio de los introducidos en la experiencia. Esto aumento el sentido de prestigio y autorrealización de las trabajadoras, lo cual también influyó favorablemente en su rendimiento-
- Quedaron definitivamente en un segundo plano las teorías imperantes respecto a la incidencia de los factores fisiológicos respecto al comportamiento de los trabajadores.

 

3. Experiencia de la “Cámara de Mica”

Dado los importantes resultados extraídos de la experiencia anterior se buscó realizar una experiencia similar. El grupo a ser analizado se componía de cinco operarias cuya tarea consistía en cortar gruesas hojas de mica.

Conclusiones:

Los resultados fueron totalmente similares a los obtenidos en el “test room” por lo cual las conclusiones que ya se habían obtenido quedaron totalmente respaldadas y firmes.

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