La Administración Científica de Frederick
W. Taylor - Parte 3
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La Filosofía y los Principios de Taylor
"El principal objetivo de la Administración Científica
debe ser asegurar el máximo de prosperidad, tanto para el empleador
como para el empleado"
F. W. Taylor
La filosofía finalista de la Administración Científica
era la de conciliar los intereses económicos, generalmente
opuestos, tanto de los empresarios como de los trabajadores. Taylor
fue pragmático, pensaba que aplicando su ciencia, lograría
después hacer comprender y aceptar su filosofía.
Los empresarios se verían beneficiados por el incremento de
la productividad y por ende de sus utilidades. Los obreros se sentirían
recompensados por un aumento de las sumas de dinero recibidas como
producto de su mayor rendimiento. En la realidad esto se cumplió
en las primeras etapas del taylorismo, y más en especial con
respecto al incremento de las ganancias de los propietarios. En lo
que respecta a los trabajadores, sus resistencias frente al modelo
-cuenta Taylor en esta obra- surgieron ya desde los primeros intentos
de su aplicación.
Filosofía y Creencias
Para solucionar toda esa problemática se crea la Administración
Científica, estableciéndose, de acuerdo a la declaración
de Taylor ante la Comisión Especial de la Cámara de
representantes, lo siguiente: "En esencia, la administración
científica implica una revolución mental completa por
parte de los trabajadores...en cuanto a sus deberes respecto a su
trabajo, a sus compañeros y a sus patrones. E implica la revolución
mental igualmente completa por parte del sector directivo..."
Una de las creencias más acendradas en Taylor era la de pensar
que “casi todo trabajador ligado con las artes mecánicas, empleado
en algo similar al trabajo cooperativo, considera como su obligación
hacerlo despacio en lugar de aprisa. Éste es el hecho más
desafortunado relacionado con la Administración Científica".
Taylor establece dos causas del bajo rendimiento en el trabajador:
- “Primero: del instinto y la tendencia natural de los hombres a
despreocuparse y buscar la comodidad, lo cual podría denominarse
holgazanería innata.”
Taylor al introducirse en el tema de la holgazanería del trabajador
comenta, como algo contrapuesto, otras situaciones en las cuales el
comportamiento del obrero es totalmente diferente:
“Siempre que un obrero americano juega la baseball, o un obrero inglés
al cricket, podemos decir con seguridad que emplea todos sus nervios
para lograr la victoria para su bando. Este sentimiento universal
es tan fuerte, que cualquier hombre que deje de dar en el deporte
todo lo que es capaz es calificado de “desertor” y tratado con desprecio
por aquellos que le rodean.”
F. W. Taylor.
- “Segundo: de razonamientos más o menos confusos nacidos
de sus relaciones con otros obreros, lo cual podría ser denominado
holgazanería sistemática.” Es precisamente sobre este
punto que Taylor pone el énfasis. Dada la importancia de este
aspecto, procura descubrir cuáles habían sido las causas
de dicha actitud de los trabajadores: "Es más falta nuestra
que de ellos, el que casi todo obrero considere como su obligación
hacer tan escaso como pueda el trabajo de un día en lugar de
tan abundante como le sea posible". Si se le preguntara “...
al obrero medio de este país (las causas de este comportamiento)
le dirá que si en su oficio en particular, cada obrero produjera
el doble del trabajo que ahora está realizando, sólo
se obtendría un resultado: que la mitad de los obreros de ese
oficio serían despedidos del trabajo en todo el país,
diecinueve de cada veinte obreros creen firmemente este engaño".
No obstante, Taylor reconoce como una de las causas de dichas creencias,
el hecho de que en muchas empresas en las que se había logrado
aumentar la producción, también se había aumentado
el estándar y rebajado el salario.
Otro aspecto a enfocar por la Administración Científica
era que "La segunda causa de la lentitud se debe enteramente
a nosotros. Radica en nuestros propios sistemas ineficaces de administración".
Aclara Scheid, que Taylor es el fundador del movimiento conocido como
organización científica del trabajo, el cual tiene como
uno de sus objetivos principales el de derribar los obstáculos
puestos por los trabajadores. Según advierte el propio Taylor
"desde hace mucho tiempo existe una falsa creencia, afianzada
en el pensamiento obrero, de que, un aumento de la producción
traerá aparejado el desempleo" (y que) "...cuando
(el obrero) aumenta su ritmo de trabajo, el patrón se las arregla
para no aumentarle su salario."
Siguiendo a Scheid, "Taylor piensa que el objetivo de la organización
científica del trabajo es derribar esos obstáculos y
descubrir los métodos más eficaces para realizar una
tarea y dirigir a los obreros:... la cooperación estrecha,
intima, personal, entre la administración y los obreros es
la esencia misma de la organización científica del trabajo".
F. W. Taylor añade: “... más que cualquier otra cosa
lo que los trabajadores piden a sus empleadores es un salario elevado,
y lo que los empleadores desean... son bajos costos de producción...
la existencia o la ausencia de estos dos elementos constituyen el
mejor indicio de una buena o mala administración".